La iglesia de San Juan de Dios ubicada en la calle Mesones forma parte de un conjunto de edificios que, en su origen, conformaban el antiguo Convento de San Juan de Dios, datados del siglo XVIII.

El templo es de planta rectangular con su eje longitudinal perpendicular al acceso por la calle Mesones, desde donde se tiene acceso al interior. La sacristía se dispone detrás del altar mayor en un solo espacio independiente cubierto por bóveda de cañón y lunetos, de menor altura que el resto del templo.

El templo se subdivide en dos zonas: la nave para los fieles y la zona del presbiterio donde se sitúa el altar mayor que se encuentra sobreelevado sobre el nivel de solería de la nave. La zona de la nave se resuelve con bóveda de cañón con lunetos y la del presbiterio con una bóveda vaída. La división entre ambas zonas se materializa con un muro aligerado por un arco de medio punto.

La fachada presenta una sencilla portada con dos pilastras, con entablamento y frontón partido, que recoge una hornacina con la imagen del titular.

En definitiva, es una sencilla interpretación del Barroco sevillano del momento.